Hay un refrán popular que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Hoy podríamos decir también: “Dime, qué ves, qué escuchas, a qué juegas y te diré cómo eres”. Y es que hoy en día nos hemos acostumbrado a la violencia. Ya no es novedad el encontrarnos diariamente en el periódico o en el noticiero del radio o de la televisión con hechos violentos y muertes en todos los ámbitos.
La muerte y la destrucción son algo ya normal para la mayoría de los mexicanos, y lo más grave, es que también es normal para los jóvenes y los niños. Y si nos preguntamos de dónde viene este estado de letargo lo encontraremos principalmente en los videojuegos electrónicos.
Con todo este material que con frecuencia entra en la vida, en la conciencia de chicos y grandes, hemos ido formando una generación de violentos y de violencia.
Quizás la mayoría de la gente no sabe que los videojuegos fueron inventados y diseñados por el ejército Inglés para adiestrar a sus equipos especiales de asalto, aparatos que después serían perfeccionados por el ejército estadounidense para formar a los SWAT (en Inglés Special Weapons And Tactics, en español Armas y Tácticas Especiales) que es un equipo o unidad de policías de élite incorporado en varias fuerzas de seguridad y a otros comandos especiales de ataque.
Están pues diseñados para formar gente sin sentimientos que solo obedece órdenes e impulsos. Hoy la mayoría de los niños “juega” con estos aparatos, que cada vez se vuelven más sofisticados y bélicos.
En el futuro no será extraño para esta generación el empuñar un arma y usarla sin gran problema o escrúpulo. Será la forma más sencilla de resolver los problemas.
La mayoría de los juegos promueven no solo el reto, sino el espíritu de competencia basado en la violencia y no en la habilidad y el conocimiento, por ello vemos que esta violencia hoy se ha trasladado incluso hasta el mismo deporte.
Si queremos tener una generación menos violenta, una generación que promueva la paz y la armonía necesitamos empezar hoy haciéndonos conscientes de este problema y protegiendo a los niños de esta amenaza.
Hay que seleccionar con mayor cuidado los videojuegos que compramos y que se llevan a la casa. Recordemos que el futuro empieza hoy.